jueves, 2 de octubre de 2014



 Atención a la diversidad.


1.- Aprendizaje de la lectoescritura


  ETAPAS MADURATIVAS DEL PROCESO DE APRENDIZAJE DE LA LECTOESCRITURA



Los niños y las niñas de tres, cuatro y cinco años no deben estar todo el día pegados al pupitre, escribiendo y leyendo. La Educación Infantil posee unas características propias: el juego, la comunicación oral y corporal, la relación afectiva, los hábitos de cuidado personal, etc.
Cada niña y cada niño tienen un desarrollo madurativo propio que tenemos que respetar, y mediante el proceso de aprendizaje de la lectoescritura con el que queremos trabajar se favorece el atender a cada uno de los distintos ritmos de desarrollo.
Debemos contar con que las niñas y los niños saben leer y escribir desde un principio, independientemente de que a las personas adultas nos cueste entenderles.
Debemos comenzar a  trabajar el lenguaje escrito desde los tres años de edad. No sólo es posible, sino que los alumnos y las alumnas de Educación Infantil se lo pasan estupendamente y aprenden muchísimas cosas interesantes.
Debemos estimularles, ofrecerles la posibilidad de acceder al lenguaje escrito, pero no atormentarles, ni clasificarles, ni exigirles a todos unos conocimientos iguales. Los niños y las niñas comprenden que el utilizar la escritura y la lectura
sirve para comunicar, para gozar y disfrutar con ella, la rechazan cuando se les impone y se les desmotiva con calificativos negativos.
ETAPAS DE MADURACIÓN EN LA LECTOESCRITURA
Las etapas de maduración por las que las niñas y los niños pueden pasar en su proceso de aprendizaje son las siguientes:
1. Escritura no diferenciada
Se caracteriza por una expresión de garabato, continuo o suelto, zig-zags, bucles,… Todavía no diferencia el dibujo de la escritura.
2. Escritura diferenciada 
Comienzan a diferenciar el dibujo de la escritura. Utilizan una cantidad de letras, números, pseudoletras, sin correspondencia
entre lo escrito y lo oral. Tantean diversas posibilidades para encontrar una relación entre oral y escrito:
. Varían la grafía.
. Varían la cantidad de grafías (palabras largas-cortas).
. Usan el mismo número de grafías (no tienen repertorio).
. Modifican el orden de las grafías.
3. Escritura silábica
La primera relación oral-escrito que establecen es la de la sílaba. Es la primera unidad oral que son capaces de segmentar. Escriben una grafía para cada golpe de voz o sílaba.
Tipos de correspondencia silábica:
Sin valor sonoro convencional. Para cada sílaba escriben una letra cualquiera. Ej.: S E M para PA TA TA
Con valor sonoro convencional. Para cada sílaba escriben una letra que sí está en la sílaba. Puede ser:
. En las vocales. Ej.: I U A para PIN TU RA.
. En las consonantes. Ej.: P T para PA TO.
. En las vocales y en las consonantes. Ej.: P A T para PA TA TA.
4. Escritura silábico-alfabética
Se dan cuenta de que la sílaba tiene más de una letra. Al confrontar sus ideas con la escritura convencional descubren que hay
más partes, que la escritura va más allá de la sílaba. Ejemplos:
. A LO para GA TO. Saben que hay dos letras en TO, pero no saben bien cuáles.
. DOI A para BOI NA. Buscan un valor sonoro próximo (B – D).
5. Escritura alfabética
A cada sonido le corresponde una letra o grafía propia. Escriben textos completos en una lectoescritura convencional como la que usamos en el mundo adulto.

  UN DIVERTIDO JUEGO DE MOTIVACIÓN A LA LECTOESCRITURA:

 El mensaje misterioso





Una estupenda manera de motivar a los niños en el aprendizaje del proceso de lectoescritura es proporcionarles actividades divertidas que impliquen la necesidad de leer y escribir en su desarrollo de las mismas. Uno de estos juegos es el del Mensaje misterioso. Les encanta.
Para preparar el juego necesitamos en primer lugar preparar un “buzón de correos” con una caja de cartón y vuestra imaginación, aunque también podéis pedir ayuda a los niños para decorarlo (podéis buscar fotos de ciudades del mundo y pegarlas en él), es la mejor manera de que se impliquen en la actividad y estén deseando jugar. No os olvidéis de hacer una ranura por donde entrarán las cartas, y una pequeña “puerta” por donde las recogeremos. Por otro lado prepararemos una gorra en la que escribiremos cartero y una bolsa de tela para llevar los mensajes.
Una vez lo tenéis todo listo, ya solo queda explicarles a los niños en qué consiste la actividad, pero antes les explicaremos un cuento sobre un cartero despistado que siempre se equivocaba de destinatario, hasta que un buen día llegó una carta con un mensaje secreto que era para un hada, lo llevó a una escuela donde los niños (que estaban aprendiendo a leer)  lo leyeron y entonces vino el Hada de las letras desde el Mundo de los Cuentos y les explicó muchas historias fantásticas (podéis inventaros otra historieta  cualquiera, el caso es que los niños entren en la actividad).  A partir de la historia propondréis a los peques que escriban mensajes “misteriosos” a sus amigos y los metan en el buzón. Nombraréis un cartero (cada vez uno diferente o incluso varios en la misma sesión de juego para que todos vayan leyendo los nombres) que recogerá las cartas del buzón y “esperemos que no se nos despiste” y los entregue al compañero que indique el sobre para que pueda leer el mensaje secreto.
Los mensajes pueden consistir en una breve frase del tipo: soy tu amigo/a, me gusta jugar contigo, eres muy simpático/a, etc, siempre cosas positivas que además nos ayuden a trabajar su autoestima. Además pueden ir acompañadas de algún dibujo. La complejidad de los mensajes dependerá del nivel de escritura y lectura de nuestros alumnos. Los sobres no hace falta que sean tales, podéis doblar la hoja por la mitad y poner un  par de gomets cerrándola. En un lado de la hoja se puede escribir el nombre.
Una sugerencia para jugar a enviar mensajes, es que los niños (a modo de actividad de ampliación) puedan escribir pequeñas notas a otros compañeros  y llevarlas al buzón de los mensajes misteriosos que estará en el rincón de las letras, y reservemos un breve espacio de tiempo diario a recogerlas, entregarlas y leerlas. O podemos nombrar cada día un cartero (normalmente el encargado) que realice esta función. Sea como sea que lo hagáis, esta es una actividad que les encantará a los niños y que les motivará a escribir y leer los “mensajes misteriosos” que vayan recibiendo.

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